Una de las posibles aplicaciones de la Inteligencia Artificial es la de usarla en el sistema judicial.
¿Llegará el momento en el que un algoritmo decidirá si eres culpable o no?
Hoy parece algo lejano, pero podría empezar a utilizarse en agilizar la gestión de disputas administrativas, en las que el papeleo se acumula y el sistema judicial no da a basto. Si los sistemas de AI tienen éxito con este tipo de tareas, pronto se utilizarían también para analizar casos más serios, como robos o asesinatos, primero como «asesores», luego como verdaderos jueces que dictan sentencias.