Sonreir, dar las gracias, cuidar la postura con la que andas, con la que te sientas, tomar un respiro para beber y disfrutar un vaso de agua, para dar un paseo, para observar el horizonte, admirar el árbol que tienes frente a tí, apreciar la mirada de la persona que tienes en frente, preguntarle como le va… Los pequeños gestos, los pequeños detalles tienen la capacidad de encauzar tu día y el de las personas que te rodean, efectos mariposa cuyo aleteo puede tener consecuencias inesperadas en lugares y tiempos muy lejanos.