Aqui unas Gheisas paseando con su carrito por Kioto. Supongo que los comerciantes de este barrio pagan a las chicas para que vayan así de emperifolladas a estas alturas del siglo XXI, pero como turista que era yo, pues te hace gracia, la verdad.
Estos días no he tenido mucho tiempo de escribir, así que voy a tirar de archivo. Esta foto la hice en un templo en Kioto, en agosto de 2011. Es un altar en el que los jóvenes hacen peticiones para conseguir novio/novia.
Cosas del amor, que no entiende de culturas ni geografía ni religiones.