Palabras y pelotas

Me encantan los artículos de Valdano, un campeón del mundo, escudero del mismísmo Maradona, al que una hepatítis retiró antes de tiempo. En su artículo de esta semana, tras un Barcelona-Real Madrid, escribe cosas como éstas:

» (el Barcelona de Xavi)…muestra una valiosa lealtad al estilo: este Barça sale a por setas y nada lo distrae. Al Madrid, en cambio, le vale todo. Si en el camino encuentra un rolex se lo mete en el bolsillo, aunque luego siga buscando setas. Resulta hasta increíble que, en la globalización que uniformiza, el negocio que exprime y la tecnología que invade, los dos equipos permanezcan tan fieles a sus historias. Solo así se explica que, tras el partido, el Madrid se fuera contento y el Barça no se fuera triste«

O también:

«Vinicius se subía a su moto con un destino definido: el área, la portería, el gol. En el otro lado, Dembélé, subido encima de una escoba mágica, deslumbraba con sus infinitos recursos con un rumbo más impreciso, como si en el camino se le olvidara donde tenía que ir«. 

«Vinicius es el que cuando marca un gol se besa el escudo y nos dice, con gestos: “Este es mi sitio”. Dembélé, en cambio, está debatiendo con su agente cuál es su lugar en el mundo«.

Me ecanta como juega con las palabras para describir ese juego tan fútil como el fútbol.