Fugit que te fugit

Photo by Polina Kovaleva on Pexels.com

Ahora que otro año llega a su fin es momento de sentirse culpable por comer un poco más de la cuenta por estas fechas, de reflexionar sobre todo lo bueno, y lo malo, que nos ha sucedido durante los últimos 12 meses, de plantearse las nuevas resoluciones para el año que entra.

Esto último no lo hacía cuando era más joven, ahora que ya me encuentro en la quinta planta le doy más importancia a lo de definir unos objetivos concretos relacionados con todo aquello que quiero mejorar, con ámbitos que van desde cuidar más las amistades y encontrar más tiempo a la familia, o escribir y leer más a menudo. Supongo que ahora que han pasado un buen porrón de años me doy más cuenta de que el tiempo pasa, que no vuelve, y que realmente tenemos muchos menos tiempo del que pensamos, algo que ignoraba o no quería ver cuando era más joven.

Tempus Fugit”, que parece que dijo el poeta romano Virgilio, hace dos mil años: «Sed fugit interea, fugit irreparabile tempus» – Pero huye entre tanto, huye irreparablemente el tiempo.

Y vaya que si fugit…

Así que nada, a plantearse resoluciones de año nuevo que nos hagan un poquito mejores a todos. Yo voy a hacerme hoy mismo mi lista.

Felices fiestas.