
El zoom no me ha servido para averiguar qué libro estaba leyendo El Fary, ese gran pensador. Porque más allá de sus irrepetibles éxitos musicales (La Mandanga, La Mariposa y el Ruisenor, Me estoy Enamorando, El Torito Guapo…) Don Jose Luis Cantero era un filosofo a la altura de Sófloques, Kirekegaard o Mourinho. Para muestra un botón, el del alegato contra «El Hombre Blandengue»:
«Yo, de todas formas, he detestado siempre al hombre blandengue…»;
«… la mujer es granujilla y se aprovecha mucho del hombre blandengue…»;
«…amigo mío, el hombre nunca debe de blandear…»;
«…la mujer necesita ese pedazo de tío ahí…»;
«… ese hombre de la bolsa de la compra… qué te voy a decir yo, del niño con el coche y venga no sé qué..»;
Si existe el Cielo seguro que El Fary ha encontrado al Nietzsche ese y se pasan la eternidad soltándose aforismos el uno al otro…