Y lo sabes…

España fue la potencia mundial de los siglos XVI y XVII. Francia de los siglos XVII y XVIII, Inglaterra de los siglos XVIII y XIX, Estados Unidos ha sido la potencia hegemónica de buena parte del siglo XX. En el XXI la que apunta maneras es China, sin dejar de lado a la India.

Mola ser primera potencia. O, mejor dicho, lo supongo, porque a mi no me tocó vivir la parte «gloriosa» del imperio español, sino las olas de frustración y desengaño que todavía perdura en el espíritu ibérico a pesar de todos estos siglos que han pasado. Y ahora vivo en Inglaterra, un país que tiene mucho más reciente la bajada de categoría, un país en el que todavía se puede sentir esa actitud altiva por su pasado reciente aunque el presente ya sea otro.

También se nota en lo que nos llega de Estados Unidos, donde el manoseado «Make America Great Again», usado ya durante varias décadas, es un intento vano para frenar su decadencia. Pensaban que vencido el Comunismo su hegemonía iba a ser incontestable y están viendo como China les está adelantando por el otro lado.

Ley de vida, amigos americanos. Son cosas que pasan, que nos lo pregunten a nosotros, los españoles. O a Julio Iglesias: «… unos que ríen, otros llorarán… la vida sigue igual…»