Necesitamos cambiar las reglas del juego, porque la sociedad en la que vivimos es realmente como un juego, un monopoly cuyas reglas van evolucionando al son de los que más tienen.
Una de las reglas que es necesario cambiar es que no sea posible producir productos que no sean facilmente reparables o mejorables. El ordenador que utilizamos, los móviles que tenemos, son producidos teniendo en cuenta que quedarán obsoletos en muy pocos años, y acaban en un rincón de nuestra casa, y nos compramos otro, y después otro. No es posible que estos productos tecnológicos, con más capacidad que los ordenadores que llevaban los astronautas del Apolo XI, acaben olvidados en una caja, con todo el daño al medio ambiente que ello supone. Es necesario producir, pero también renovar y no derrochar.