«Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella«. Genesis 3:6

Los productores de manazanas del mundo cristiano han cargado con el sanbenito de que su producto era el fruto prohibido que Eva le da Adán, serpiente malévola mediante. Y resulta que la Biblia no dice nada de manazanas, habla simplemente de «fruto», que la confusión fue causada por un error de traducción.