El incremento de la complejidad de los sistemas que utilizamos en el día a día es exponencial. Lo he presenciado durante las más de dos décadas trabajando en areas relacionadas con la tecnología.
Una de las consecuencias es el incremento en el nivel de especialización de las personas, personas que trabajan en areas cada vez más específicas, lo que tiene como consecuencia la tendencia a la escasez de personas que sean capaces de entender realmente todo el conjunto. Y digo «entender realmente» porque puede que existan personas formalmente responsables de gestionar todo, pero la realidad es que, normalmente, están sobrepasados por la complejidad de la realidad, y parecen más personas que están montando un caballo desbocado que está a tan sólo unos segundos de tirarlos a la arena.