Desde que Estados Unidos declaró su independencia en 1776, ha estado en guerra 225 años, un 90% de toda su historia. Y en estas intervenciones militares manda decenas de miles, cientos de miles de soldados para luchar en esas guerras. Muchos de esos soldados, cuando vuelven, nutren las organizaciones policiales de los diferentes estados. Así, el policía que patrulla Cleveland o vigila los paisajes de Montana, puede que haya estado dos o tres veces sirviendo en Aganistán o Irak. Y si a algún soldado le da por ir al lado oscuro, pues estamos hablando de un delicuente formado en asuntos militares por su mismo gobierno.

¿Qué efecto tienen esas experiencias en el día a día de las comunidades que cuentan con excombatientes a ambos lados de la ley? ¿Es posible que Estados Unidos sufra las consecuencias de sus aspiraciones imperialistas en sus propias calles? ¿Cómo contribuyen todas esas guerras a la violencia que sufren internamente?