La apuesta de Pascal

Photo by MART PRODUCTION on Pexels.com

Blaise Pascal era un tío práctico. Lo de creer o no creer en Dios lo resolvió de una forma utilitarista (planteamiento conocido como La Apuesta de Pascal: mejor creer que existe porque si realmente existe puedes ganarte el cielo (y evitar el infierno), y si no existe no pierdes realmente nada.

Se dice que este planteamiento acabó por convencer al matemático John Von Neumann, uno de los fundadores de la teoría de los juegos, para convertirse al catolicismo cuando se encontraba a las puertas de la muerte.

Así que mejor creer, ¿no? Bueno, pues no sé… Porque este planteamiento tiene agujeros, como el de considerar que un Dios omnisciente te puede pillar con el carrito del helado de tu creencia utilitarista. En ese caso, ¿premiaría más a un creyente «por el interés» de comportamientos dudosos, o a un ateo que es buena persona y se porta requetebién. O, ¿de qué Dios estamos hablando? El de los cristianos católicos, el de los judíos, los musulmanes chiíes, los que adoran a Odin, a Zaratrustra… La matriz de decisión se complica y tus apuestas ya no están tan claras.

En fin, que Pascal, que entre otras muchas cosas era matemático, pensó que resolvía el problema con una fórmula, pero no tanto.