A la «Armada Invencible» no se le conoce como «Invencible» en el Reino Unido, sino como la «Spanish Armada«. Pero aquí nos dio por llamarla «Invencible» a partir del siglo XIX, una palabra que en el contexto de una campaña militar que acabó en desastre resulta peyorativo.
Pero si es cierto que es uno de los elementos fundamentales de la memoria histórica del Reino Unido, nada mejor que un enemigo que intenta invadirte para hacer patria. Podría compararse con nuestro 2 de Mayo y la invasión napoleónica, o con la «Batalla de Inglaterra» de 1940 en la que la aviación alemana trató de destruir la británica como paso previo a una invasión.
Pero, como cuenta Jose Carlos G. en su excelente podcast, Memorias de un Tambor, la memoria histórica no es historia, un intento de recordar los hechos tal y como fueron, sino una memoria selectiva de lo que nos interesa, de lo que queremos recordar. Y los ingleses eligieron vestir de victoria una calamitosa sucesión de acontecimientos en la que la metereología favoreció a los ingleses, y eligieron olvidar que al año siguiente una escuadra inglesa, la Contra-Armada, mayor que la «Invencible», atacó nuestros territorios y, esta vez sí, acabó siendo derrotada militarmente. De la misma forma que no se recuerda que estas campañas militares se encuadraron en la Guerra Anglo-Española de 1585-1604 que acabó finalizando de forma favorable a España.