¿Por cuánto tiempo puede Putin mantener la realidad que le está vendiendo al pueblo ruso?

Es delito contar lo que está pasando en Ucrania de una forma que se salga del argumento oficial (una operación especial que está tratando de salvar al pueblo ucraniano de sus gobernantes nazis), pero un buen número de mutinacionales están dejando de operar allí (desde Sturbucks a Apple o Netflix), el embargo está empezando a ser sentido por el ciudano de a pie y, a pesar de que probablemente no sea fácil conectarse, en un mundo globalizado no es del todo imposible saber lo que el resto del mundo está contando.

La tensión generada por la disonancia cognitiva que está sufriendo el pueblo ruso acabará por saltar por algún lado. O al menos eso espero…