Mentirosos

¿Te imaginas poder leer la mente de la persona que tienes sentada frente a tí? Al ritmo al que evoluciona la tecnología no es descabellado pensar que un día aparezca en el mercado un producto capaz de hacer esto. No olvidemos que hace apenas un par de siglos no se podía ni imaginar que pudieramos conversar por video-conferencia con una persona en Australia, por ejemplo.

Una «máquina de la verdad» disponible para todos, en nuestros móviles, apuntando a nuestros cerebros, como auditores que dan fe que lo que decimos es lo que pensamos. La mentira erradicada de nuestras interacciones, una sociedad que impone una honestidad aplastante e insultante, donde si algo no gusta no se edulcora, se dice a la cara sin contemplaciones, porque si no «la máquina de la verdad» te delatará.

No suena bien, ¿verdad? Será porque mentir es algo intrínsicamente unido a lo que significa ser «humano».