Hace poco vi un documental en el que mostraban fragmentos de entrevistas antiguas a Steve Wonder y Ray Charles, dos cantantes afroamericanos ciegos. En ambas, los entrevistados afirmaban que el color de su piel les supuso un hándicap más importante que su ceguera.

Lo que me hizo preguntarme, ¿puede una persona ciega ser racista? Porque, claro, la raza es un concepto difuso biológicamente que realmente es definido principalmente por el aspecto físico, por lo que se ve a través de nuestros ojos.

Y la respuesta, parace ser, es que sí, que los ciegos también categorizan a las personas en función de cómo hablan, de sus nombres, influenciados por los estereotipos que existen en la sociedad. Y es que el racismo no es algo visual, es algo mental y todo el mundo puede caer en sus trampas.