Se ve que llegamos hace poco a los 8.000 millones de personas viviendo en este rincón del Universo, y no me había enterado. (Una estimación en tiempo real en este Worldometer).

Recuerdo que, allá por los 80, cuando siendo un niño empezaba a preguntarme por estas cosas, no llegabamos a los 5.000 millones (4.600 en 1982, por ejemplo) Pero, claro, es que han pasado ya cuarenta años, cosas de ir haciéndose mayor, y en todas esas décadas da tiempo a que pase mucho de todo. Como que hayamos casi duplicado la población de este puntito azul.

Y luego nos preguntamos que si la inmigración y cosas como esas, pero claro, tanto crecimiento de sopetón tiene lo que tiene, cosas de la inercia poblacional.
Pero, si estos somos todos los que estamos por aquí en estos momentos, ¿cuántos somos si contamos todos los que hemos vivivido en algún momento en este planeta?
Pues hay gente pa tó, como dijo el torero al filósofo, y hay quien ha calculado esto. Y resulta que el numero está cerca de los 120 mil millones de personas, esto es, contando todos los humanos que han vivido desde que, se calcula, empezamos a existir hace 192.000 años.
Números todos muy gordos que ya intuía el proto-ateo que existía en mí cuando era un niño, cuando me preguntaba lo complicado que lo iba a tener Dios el día del Juicio Final, porque enjuiciar de forma justa a tanta gente iba a resultar bastante complicado.
No disponemos de un listado de todas esas personas que han vivido, es un censo imposible que un Dios justo debería tener en algún sitio de su archivo celestial. Y que pena que no exista ese censo, con los detalles de las vidas de toda esa gente. Porque todos y cada una de esas personas tiene una historia, una historia que la vieja del visillo que todos tenemos dentro quiere leer o escuchar, una historia de esas de «Based on true events» de películas de tarde de siesta que nos acaba por sorprender.
Son historias que deberíamos conocer pero que se han perdido en la penumbra de los tiempos, sólo conocemos las de un puñado de personajes que han quedado retratado en los libros, o las de nuestra familia más cercana, pero de aquella manera.
Y es una pena que no tengamos acceso a todas esas historias, porque nos ayudaría a entender mejor que todas esas vidas están conectadas. Desde hace 192.000 años existe un tejido entrelazado de personas que han vivido y han muerto hasta llegar a nosotros, existe un hilo conductor entre todos y cada uno de nosotros que puede ayudar a hacernos entender cómo y por qué somos lo que somos.
Mi historia, tu historia, las historias de todos, están conectadas.
Ya sé que puede parecer obvio, pero para mí que se nos suele olvidar bastante a menudo.
