No mucha gente a leído «Drácula», de Bram Stoker, o «Frankenstein o el moderno Prometeo» de Mary Shelley. Pero sus personajes han inspirado multitud de historias, potenciadas por el cine.
Algunas ideas tienen un poder de transmisión más poderosos que otras. Llegan a formar parte de la mitología de las sociedades, traspasan fronteras, se convierten en universales.