El ingeniero asturiano Omar Suárez ha construido una casa 100% desconectada de la red eléctrica, una casa que se nutre de la luz solar en la muchas veces nublada Asturias.
Paneles solares que revisten su exterior, suelos radiantes con tubos de agua que controlan la temperatura de la casa y, voilá, tienes una casa que hasta le sobra energía para calentar el agua de la piscina.
Hoy por hoy es caro construir este tipo de casas, sólo los más acaudalados pueden permitírselo, pero si la tecnología existe llegará el momento que será más barata y más avanzada.
No importa que creas que el cambio climático es un bulo auspiciado por los progres de la Tierra para acabar con el status quo. Si no es necesario abrir grandes agujeros de la Tierra para sacar combustibles fósiles, no lo hagamos. Si es posible no tirarle el humo a la cara a la gente, no lo hagamos. Incluso para los libertarios más extremistas estas tecnologías ofrecen la posibilidad de ser totalmente independiente de la sociedad, uno de sus sueños más húmedos hecho realidad.
Así que no pongamos trabas a estas innovaciones, vigilemos que las grandes perdedoras de estas innovaciones, las eléctricas, no le pongan palos en las ruedas.