Empecé a escribir este blog en 2008 con la idea de tratar de tratar de articular las ideas que me rondan por la cabeza de vez en cuando, un intento de que no sean simplemente flashes que acabo por olvidar, recoger que es lo que me preocupa o me interesa en un momento determinado de mi vida.
Las entradas de este blog han sido muy irregulares hasta hace un año, cuando me propuse escribir una al día por todo 2020. Ahora estamos en 2021, cumplí mi objetivo y me he planteado extenderlo definitivamente. ¿Qué tal si sigo escribiendo una entrada al día por el resto de mis días? (Que espero sean muchos).
La perspectiva del tiempo ya me permite leer entradas que escribí hace más de 10 años y que tenía olvidadas, lo cual me provoca una sensación extraña. ¿Era yo el que escribió aquello? Por ahora no me he encontrado nada que me resulte “disonante”, algo con lo que no esté de acuerdo porque mi opinión haya cambiado. Pero espero encontrarme algún día un cambio de opinión relevante, lo contrario confirmaría mi cabezonería en todo lo que pienso.
Pero más allá de los cambios de opinión, una de las cosas que me resultará más interesante cuando me lea dentro de veinte años será lo que no he sido capaz de ver en mi presente. Supongo que existen cosas relevantes que están pasando hoy a las que no les estoy dando importancia y un yo futuro se avergonzará de no ser lo suficientemente despierto como para verlo.
En todo caso, estas entradas en el blog son un intento de tener los ojos abiertos y reflexionar sobre las cosas. Espero que no se me escapen demasiadas cosas importantes.