Leyendo el periódico he descubierto a Richard J. Bernstein, un filósofo estadounidense que ha desarrollado la corriente del “Pragmatismo”, una creencia que afirma que cualquier postura, moral o política, está abierta a la crítica y la modificación porque puede estar equivocada. Este último punto es la clave de esta creencia: el “falibilismo”, el pensar que puedes estar equivocado, que nuestros criterios son falibles y van cambiando, adaptándose en función a nuestras experiencias e intercambios con los demás.
No es lo mismo, dice Bernstein, que el relativismo que dice que todo vale. Él cree en “la verdad”, que se tiene que luchar contra la idea de que no hay verdades.
No creo que existan verdades absolutas, como afirma Bernstein, así que supongo que tengo un enfoque peligrosamente relativista, pero el planteamiento de reconocer que podemos estar equivocados es absolutamente necesario para que exista un diálogo y una sociedad estable.
Inculcar este concepto de “falibilidad” en una sociedad, un signo de madurez, es quid de la cuestión.