Luna nuclear

Photo by Dom Le Roy on Pexels.com

Lo de las centrales nucleares suena peligroso, por lo de que pueden crear estropicios como los de Chernobyl. Pero los defensores de esta fuente de energía dicen que los diseños actuales de estas centrales son mucho más seguros que los anteriores, basados en tecnologías de los años 60, y que los riesgos son compensados por los beneficios de una fuente de energía potente y eficiente.

El problema del riesgo de una central nuclear es el dónde ponerla. Normalmente nadie quiere una de éstas cerca de casa, a no ser que la zona tenga problemas económicos serios y la gente, en su desesperación, diga que bueno, que vale. Pero, ¿y si la pusieramos donde no vive nadie? Y cuando digo, donde no vive nadie, digo nadie, nadie, nadie. El espacio.

No es descabellado crear una estación espacial allá arriba, lo suficientemente lejos como para que no sea un peligro, y lo suficientemete cerca como para poder aprovechar la energía. ¿Y si pusieramos centrales nucleares en la luna, por ejemplo? Vale, el cómo transportamos la energía sería un problema, con la tecnología actual, pero es cuestiónd de ponerse. De hecho ya existen ciertas tecnología que permiten enviar energía eléctrica de forma inalámbrica.

La idea no es que sea tan original, es lo que pasa con el sol, una fuente de energía autónoma que está lejos, pero que muy lejos, pero de la que depende toda la vida en la Tierra. Así que sería como crear otras fuentes de energía que nos ayudan desde la distancia.

En fin, que cosas que luego son importantes empiezan con ideas aparentemente tontas…