El siglo XVI fue una centuria de guerras religiosas en Europa. La aparición de la imprenta ayudó a propagar el descontento con la jerarquía religiosa del momento, surgieron diferentes versiones «protestantes» de la religión que desafiaban el poder establecido y este enfrentamiento se dirimió a sangre y fuego, a la vez que a las puertas de Europa acechaba «El Turco».
El siglo siguiente vio como un lugar nuevo era poblado por gente que huía de las tensiones religiosas de Europa. America del Norte empezó a recibir colonos que quería practicar sus confesiones a su manera, para los que la religión era el centro de todo. Y como el sitio era grande y mal comunicado, aquel lugar dio cabida a diferentes versiones del cristianismo, hasta llegó a crear versiones propias.
Pasan más años y Europa evoluciona durante el siglo XIX y el XX hacia una sociedad más secularista. Las Revoluciones luchan contra centenarias estructuras de poder que controlan la tierra y la educación, y da lugar a una Europa en la que el papel de la Iglesia es decreciente, cada vez con menos adeptos practicantes, la gente no deja de creer de repente pero tratan a la religión más como una atracción folcrórica que como una práctica vital. El monopolio que durante siglos la Iglesia ha ejercido se ha vuelto en su contra. Los ciudadanos, acostumbrados durante generaciones a no cuestionarse su identidad religiosa, porque sólo había una donde vivían, dejan languidecer sus intereses por lo divino.
Estados Unidos, durante el mismo periodo, no tiene una jerarquía eclesiastica que domine las estructuras de poder, es un crisol de diferentes versiones religiosas que compiten entre ellas. Existe un «mercado religioso» en el que los individuos pueden elegir libremente sus opciones, sin imposiciones a sangre y fuego. Dios se convierte en algo mucho más importante para ellos.
Hoy Europa es una región en la que la religión no interfiere de forma significativa en la vida de las personas. En cambio, en Estados Unidos muchas confesiones religiosas defienden el derecho de enseñar el creacionismo como una alternativa a la Evolución, la gran mayoría de los políticos tienen que estar adscritos a una confesión porque de lo contrario no tendrían futuro, la religión tiene un papel mucho más importante en las vidas de sus ciudadanos y las instituciones políticas comparado con Europa.
Así que, el paso de los siglos ha provocado una transición de una Europa opresiva a una más liberal, de una Norte America que se abre como un espacio de libertad a unos Estados Unidos menos moderados.