Descubrí el informe «Los límites al Crecimiento» del Club de Roma cuando era un joven adolescente. A pesar de que en su momento se consideró demasiado alarmista, sus predicciones, publicadas en 1972, fueron revisadas en 2014 y no iban desencaminadas. Ahora el MIT y KPGM ha vuelto a echarle un ojo y, otra vez, se confirma que lo que el informe planteaba sigue cumpliéndose.
Las predicciones revisadas anticipan una «parada global» en el crecimiento económico en unos diez años, más o menos. Si esta falta de crecimiento se traduce en un colapso dependerá de la habilidad de los paises y sociedades en cambiar sus objetivos. En lugar de plantearse el «crecimiento» como el objetivo supremo de todos los paises y empresas, es necesario buscar alternativas como el»a-crecimiento» que algunos plantean, donde los indicadores clave no son los económicos sino los medio-ambientales y sociales.
Cambiar de paradigma no es sencillo. En mi empresa las medidas de éxito son más ventas que el año anterior, más ingresos, más beneficio, a costa de venderle al consumidor un nuevo producto que reemplace el que ya compró hace unos pocos años con la excusa de que hemos desarrollado uno nuevo que funciona (marginalemente) mejor. Ésto está, objetivamente, mal, pero forma parte de la mentalidad global a la que nos hemos visto abocados. Es el origen de muchos males, la cabeza de la serpiente que hay que cortar.