Observaciones infantiles

Desde pequeño me llamó la atención que muchas de las provincias españolas tuvieran la capital en su centro geográfico, más o menos. No se da siempre, pero sí en una buen número de provincias.

No podía ser una casualidad y, efectivamente, al fin encontré la razón. La organización actual se las provincias se basa en la organización territorial de 1833, y los límites de las provincias trataron de seguir criterios racionales: «extensión (desde el punto más alejado de la provincia debería poder llegarse a la capital en un día), población (las provincias deberían tener una población entre 100.000 y 400.000 habitantes) y coherencia geográfica».

También siguieron criterios históricos y geográficos, dando lugar incluso a «islas» de una provincia en medio de otra, como es el caso del Rincón de Ademúz, una isla valenciana en territorio turolense.

Pero bien, mola que esa observación infantil tuviera una base real.