Homo Chip

Científicos de la Universidad de California San Francisco han realizado con éxito un implante neuronal a una persona que depresión severa.

Un artilugio que introduce unos implantes en las regiones del cerebro que están relacionadas con la depresión del paciente, regiones que pueden ser diferentes para cada persona. Detectan la actividad neuronal que alerta sobre el estado de ánimo y estimulan las regiones para evitar los sintomas relacionados con la depresión. Y parece que funciona, la persona que ha recibido este tratamiento experimental dice que le ha cambiado la vida.

Las aplicaciones futuras de mecanismos de este tipo son extraordinarias, para lo bueno y para lo malo. Un futuro en el que una buena parte de la población disponga de unos implantes que mejoren su actividad cerebral puede estar a la vuelta de la esquina, con todo lo que conlleva de desigualdad, posibilidad de piratear estos mecanismos, volverse gilipollas por una mala actualización…

En fin…