Todos tenemos un teléfono «inteligente» en el bolsillo, aunque hace ya algún tiempo que le quitamos la coletilla de «inteligente», ya que se asume que todos lo son, con sus apps, sus rees sociales, su cámera con nosecuántas lentes, sus servicios de mensajería, sus noticias. Todos estamos conectados a todas horas, podemos ser contactados, podemos responder, estamos eternamente disponibles para nuestra empresa, nuestra familia, nuestros amigos… Nadie está realmente sólo.
Conectados y disponibles
