Fallar es algo normal. Si le dedicas el suficiente tiempo a algo, acabarás cometiendo errores. Pero los errores acaban por tener consecuencias positivas, son los ingredientes que provocan el cambio. Es como acabamos teniendo brazos y piernas y ojos cuando todo empezó como insignificantes seres microscópicos, hace millones y millones de años.
Así que si los errores pueden ser «buenos», seamos comprensivos cuando alguien falla.