En 1949, el economista W.H. Phillips, siendo todavía estudiante, creó el Computador analógico de la renta nacional monetaria, MONIAC en sus siglas en inglés, un modelo físico que trataba de representar la economía del Reino Unido. El agua fluía a través de sus circuitos, representando el dinero que se mueve en la sociedad, y contaba con controles que representaban cosas como los impuestos o el gasto público, de tal forma que podían observarse los resultados cuando se manipulaban esos parámetros.
En el mundo de los ordenadores de hoy en día, un ingenio como éste puede resultar algo simple, pero ciertamente es un artilugio inspirador que ayuda a entender la realidad e invita a plantearse nuevas preguntas.