Todos, al entrar en ésta o aquella página web, tenemos que darle al botón de «aceptar» algo que tiene que ver con cómo se van a utilizar nuestros datos. Por supuesto, ninguno de nosotros se lee lo que se nos dice, simplemente le damos al botón sin más, por pura inercia.
Un ejemplo de algo en principio bienintencionado pero que no aporta nada relevante.