Pastillas para no dormir

Lo de dormir no está muy bien pensado. Que uno tenga que pasar un tercio de su vida durmiendo (¿o dormido? Le preguntaremos a Cela…) no suena muy eficiente, sobretodo porque, por lo menos en mi caso, casi nunca me acuerdo de los sueños que he tenido, o me acuerdo por unos segundos y el recuerdo se me acaba escapando en cuanto termino de espabilarme.

Mientras aquí, en el mundo de los despiertos, hay tanto que leer, tanto que conversar, que viajar, que ver, que sentir… Supongo que por esta sensación que tengo, de que no tengo tiempo para hacer todo lo que quiero, me levanto bastante temprano, todos los días, incluso los fines de semana. Pero no basta, necesito mis 7 horas de sueño, no muchas, pero para mi demasiadas. Así que yo estaría a favor de unas pastillas para no dormir, unas que te permitieran dormir apenas un par de horas (como los caballos, por cierto), pero dos horas cojonudas, realmente reparadoras, suficientes para que el cuerpo y la cabeza no se resientan y permanecer saludable. O que me retocaran un par de secuencias de ADN para conseguir el mismo efecto.

A los dormilones seguro que esto les parece que una herejía, o una obscenidad, pero, oye, para gustos, colores.