Simplificar

«¿53? No, todavía demasiados».

«No me fastidies Moisés, 53 está de puta madre, que de los 282 de Hummarabi hemos bajado a 53…»

«Ya, si el esfuerzo te lo reconozco, ole tus huevos. Pero yo creo que todavía podemos recortar un poco más… Mira, todos estos que tienen que ver con bueyes y caballos podemos dejarlo en No robarás ganado, o algo así».

«Sí, bueno, así juntamos estos siete u ocho… Entonces, todos estos de no acostarse con la mujer de tu vecino, la mujer de tu hermano, la mujer de tu hijo… Podemos dejarlo en ¿No cometerás adulterio?».

«Ostia, no jodas. Así tan genérico… A ver si nos estamos pasando, que no se va a poder hacer nada…».

«Joer, Moisés, que eres tú el que está empeñado en dejarlo en una lista de 25 Mandamientos, con toda la monserga que has estado dando de el secreto está en simplificar toda esta monserga«.

«Ya. Es que es verdad, es que el éxito está en que simplifiquemos. Si somos capaces de reducir las reglas nos vamos a diferenciar de la competencia y van a haber ostias por entrar en nuestra secta. Venga, qué coño… para delante con lo del adulterio. ¿En cuánto se nos queda ahora?».

«A ver… siete más ocho, más doce, más… se nos queda en 38».

«Joer, de puta madre… Si seguimos así a lo mejor lo reducimos más todavía, igual lo dejamos en 15».

«Moisés, no me toques los cojones…».