“Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata.” Mateo 26, 14-15

A pesar de que soy ateo, la Biblia me interesa por su influencia en la sociedad, por su valor histórico e incluso por su valor literario. Y desde este último punto de vista, la historia de Judas deja abierta la puerta a las verdaderas razones que motivan su traición. Sin señales previas que indicaran lo que va a suceder, Judas se presenta a los sacerdotes con la intención de traicionar a Jesus. ¿Por qué lo hace? Los evangelistas hablan de las monedas de plata, pero no revelan el verdadero motivo. ¿Poder, envidia, celos?… Celos… 

Los celos son una razón más poderosa que el simple dinero, los celos por una mujer, quizás. Una Maria Magadalena enamorada del Maestro, un Judas enamorado de María… Un triángulo amoroso que rompe Judas con su delación.

En fin, simples elucubraciones, pero que hacen la historia más jugosa, por lo menos para mí…