Tránsitos

Hace unos años, justo antes de la pandemia, hice escala por un vuelo de trabajo en Bangkok. Tenía un par de horas entre vuelo y vuelo, así que para matar el tiempo me puse los auriculares y empecé a recorrer los interminables pasillos de ese enorme aeropuerto. A pesar de ser como las 2 de la madrugada allí, aquel lugar estaba rebosante de gente de los más variopintos orígenes, ya que es una conexión habitual para vuelos procedentes de Europa, Asia, África e incluso América.

No recuerdo exáctamente que canción estaba escuchando, pongamos que era «Viva la Vida» de Coldplay, y si no era esa, era otra por el estilo. El caso es que con esa música en los auriculares, recorría los pasillos repletos de alemanes, nigerianos, árabes, australianos, italianos, mexicanos, chinos, japoneses… y con esa banda sonora de fondo sentía que estaba viviendo en vivo y en directo un video-clip, todos parecían sonreir en aquel cruce de caminos, la sensación era de felicidad, casi de éxtasis, ante esa exaltación de la diversidad, de la increible variedad de razas y de culturas humanas.

Todo parecía tan fácil en aquel lugar de tránsito… No sé como es que la liamos tanto fuera de esos lugares…