Banano malo

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En el mar muchas cosas pueden salir mal.

Durante miles de años navegar era una actividad de verdadero riesgo, ríete tú del miedo a volar de hoy en día. Entre la fragilidad de los barcos, la impredecibilidad del tiempo, las enfermedades, los piratas y las leyendas de monstruos marinos, subirse a un barco era como jugar a la ruleta rusa. Así que no es de extrañar que los marinos han sido en el pasado uno de los colectivos más supersticiosos.

Una de las supersticiones más curiosas que tienen es la de los plátanos: tener plátanos a bordo da mala suerte. No se sabe como empezó, hay quien dice que porque de los barcos que se hundían con este cargamento los plátanos eran los restos que quedaban flotando; que si los barcos que transportaban plátanos, como tenían que ir muy deprisa para que no maduraran, a los marinos no les daba tiempo a pescar nada por el camino; incluso se les hecha la culpa a las arañas tropicales que se escondían en el cargamento.

Probablemente no se sabrá nunca con certeza como se originó, pero la tendencia del ser humano a la irracionalidad, al sesgo de conformidad, hace que esa superstición perdure en pleno siglo XXI entre muchos pescadores aficionados.

La ciencia ha avanzado mucho, pero a nivel individual las personas todavía necesitan tener a mano fetiches que les haga sentir la ilusión de que tienen control sobre lo que les rodea.