Los españoles somos descendientes de soldados romanos que fueron licenciados en la península ibérica tras derrotar, someter y emulsionarse con sus habitantes.
De la misma forma que los mejicanos, por poner un ejemplo, son descendientes de españoles que derrotaron, sometieron, se emulsionaron con mayas y aztecas.
Los nacionalismos exacerbados parecen olvidar el mestizaje, la violencia, las injusticias y el artificio que origina cualquier nación.
No lo olvidemos.