Futuro colectivo

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El mundo se ha vuelto más complicado. Ya no es ese mundo de genios que descubren o inventan cosas extraordinarias por sí mismos, al estilo de Einsten «cerrando los ojos y pensando muy fuerte» desde su oficina de patentes en Berna. Hoy para conseguir avances significativos hay que trabajar en equipo, cada vez hay menos cosas que se pueden hacer desde el garage de tu casa.

En ese mundo de inteligencia colectiva e individualismo menguante todos nos convertimos en hormiguitas que contribuyen, a veces de forma heroica, al resultado del trabajo en equipo.

¿Cómo será el mundo en un par más de generaciones? Esta tendencia a lo colectivo más el papel de la robótica y la Inteligencia Artificial dará lugar a unos seres humanos con, digamos, «menos consciencia hacia lo individual».

Imaginemos entonces una consulta a un psicólogo en el año 2095. Tumbado en un divan virtual, con un psicólogo que no sabes si es real o un androide o una recreación virtual de un psicólogo con pipa o una psicóloga con gafas y un bloc de notas. El paciente, un humano que aporta laboralmente un número reducido de horas semanales a una gran corporación, comparte con la psicóloga virtual unas pesadillas recurrentes que ha tenido durante semanas: se ha caido en la calle, no puede levantarse, una multitud pasa alrededor suyo pero nadie le ayuda. ¿Por qué tengo esta pesallida, doctora? La recreación virtual de una psicóloga con gafas le mira pensativa antes de responderle, con una sonrisa, que es debido a un deseo egoista de ser atendido, es un trastorno histriónico de necesidad de ser el centro de atención. Tómese estas pastillas y se le pasará…