En 1971 una pasajero secuestró un 727 que salía de Portland. Horas después saltaba en paracaidas con 200.000 dólares en la mochila. Más de 40 años después el FBI cerró el caso, incapaz de averiguar quién fue el secuestrador o siquiera si sobrevivió al salto.
Décadas después, multitud de libros, películas, documentales, decenas de candidatos a ser D.B. Cooper… Pero nunca se sabrá quién fue realmente aquel secuestrador. La realidad, una vez más, que se nos escapa por entre los dedos y no podemos agarrarla.