Clarividencia periodística

En 1933 el periodista y escritor sevillano Chaves Nogales entrevistó al ministro de Propaganda de Hitler, Joseph Goebbels. Tres preguntas y tres respuestas, eso fue lo único que pudo sonsacarle, pero el el periodista no se corta en su introducción de la entrevista que titula «¿Habrá Fascismo en España?»:

«Es un tipo ridículo, grotesco; con su gabardinita y su pata torcida, se ha pasado diez años siendo el hazmerreír de los periodistas liberales. Toda Alemania está llena de anécdotas pintorescas sobre este tipo estrafalario, al que –verdad o mentira– se le ha colgado todo aquello que puede hacer polvo a un hombre… Es de esa estirpe dura de los sectarios, de los hombres votados a un ideal con el cual fusilan a su padre si se les pone por delante. En España no ha habido así más que algunos curas carlistas, hace ya muchos años».

Chaves Nogales había visitado los extremos de su tiempo, Rusia y Alemania, y ambos le repugnaban, hasta tal punto que todos le consideraban sospechosamente equidistante, lo que le llevó a exiliarse a finales del 36 a Francia. Cuando la Segunda Guerra Mundial llevó la Gestapo a Paris, lo de llamar ridículo a Goebbels le animó a exiliarse otra vez, a Londres, donde murió en el 44 de una peritonitis.

Chaves Nogales, el escritor del gran libro «Juan Belmonte, matador de toros», y de las peripecias de un bailaor flamenco en Rusia en «El Maestro Juan Martínez, que estuvo allí», periodista de articulos en una época convulsa que leídos hoy, hace casi 100 años, nos parecen tan clarividentes y precisos.