Primo Levi cuenta en el libro «Si esto es un hombre» el año que paso en el campo de exterminio de Auschwitz, entre 1944 y 1945. Explica que las condiciones infrahumanas en las que vivían les convertía en bestias que eran capaces de traicionar a cualquiera por un pedazo de pan, pero también cuenta escenas en las que camina con otro prisonero por el campo y hablan de poesía.
Uno de las consecuencias de vivir en esas condiciones es que el concepto de «mañana» deja de tener sentido. «… hasta que un día no tenga sentido decir mañana» es un verso que un amigo de Primo Levi escribió una vez, un verso que no se le olvida. «…mañana puede acabarse la guerra, o nos matarán a todos nosotros, … ¿quién podría pensar seriamente en mañana?«