La querencia de alguna gente por las teorías de la conspiración es una de mis fascinaciones. Pero más allá de la curiosidad que me provoca, lo cierto es que en el mundo complejo y confuso en el que vivimos, las lineas que dividen la realidad de lo imaginado son cada vez más confusas. Y lo peligroso no son las situaciones extremas en las que una persona puede creer en reptiles extraterrestres que dominan el mundo, lo peor son las situaciones más ambiguas, las aparentemente más razonables, las que podemos encontrar no sólo en tertulias de café sino también en nuestro día a día. Y en este contexto, los charlatanes juegan un papel fundamental, como impulsores y multiplicadores de memes contaminados. ¿Cómo detectarlos? Pues a través de indicios que van dejando en sus discursos:
- es una persona que habla con certezas, en un discurso de «blancos y negros»;
- realizan simplificaciones excesivas de situaciones complejas;
- hablan con arrogancia o agresividad;
- conectan de forma rápida y sucesiva diferentes temas, entremezclando comentarios razonables con otros no tan razonables (al estilo de un patrón de Jazz, ABABA…), sin dar tiempo a digerir lo escuchado;
- hablan de un indeterminado grupo en la sombra que mueve los hilos.
- …
Supongo que todos corremos el riesgo de ser «charlatanes», lo hemos sido en situaciones concretas, lo somos o lo seremos. Por eso es importante saber reconocer los síntomas de un charlatán, con el fin de detectarlo en los demás, pero, sobretodo, con el fin de reconocerlo en nosotros mismos.