Entre el 15 y el 17 de Junio de 1816 Lord Byron, su médico personal John William Polidori, el poeta Percy Bysse Shelley, y Mary Wollstonecraft Godwin, leyeron una recopilación de relatos de fantasmas alemanes bajo el título Fantasamagoriana, mientras estaban confinados debido a la desapacible climatología en una Villa junto al lago de Ginebra, en Suiza. Tras leerlos Lord Byron lanzó una apuesta: ¿quién es capaz de escribir el mejor relato terrorífico? Pronto los poetas Byron y Shelley olvidaron el desafío, pero no Mary (que al casarse con Percy fue conocida como Mary Shelley), que escribió Frankeinsten, publicada en 1818.
Esta es la historia que ya conocía, lo que no sabía es que Polidori escribió «El Vampiro«, el primer relato vampírico de la historia. Un relato en el que se venga del tratamiento de Lord Byron hacia él, conviertiéndole en el protagonista, Lord Ruthven, que se aprovecha de su atractivo para robar la energía de sus víctimas femeninas. Un vampiro aristocrático, seductor, con grandes posesiones como castillos y palacios, con poderes sobrenaturales, rasgos todos ellos que influyeron en las novelas de vampiros que se sucedieron durante el siglo XIX y que culminaron con el Drácula de Bram Stoker de 1897.
Frankenstein y los vampiros, dos de los símbolos de terror del imaginario colectivo que tuvieron su origen en las mismas noches del verano de 1816 junto al lago de Ginebra.