Estados Unidos creció durante el siglo XIX en parte a base de comprar terrenitos: que si Luisiana a los franceses, que si Florida a los españoles, que si Alaska a los rusos… Sin que nadie consultara a los habitantes originales de la zona, claro.
Luego derrotó a México en una guerra y consiguió que este país le cediera más de la mitad de su territorio: la totalidad de lo que hoy son los estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas, Colorado, Arizona y partes de Wyoming, Kansas y Oklahoma.
Un país de corta y pega que acabó por converstirse en primera potencia mundial, a pesar de su diversidad, de su pasado esclavista, de su guerra secesionista, un pais al que hubo que fabricarle un fuerte espíritu nacionalista para juntar todos esos retales, un país al que mucha gente le queiere poner un muro al sur.